Linda, se quedó de piedra al escuchar la lastimera voz de Alexis Miller suplicarle que se quede. Lentamente volteó a verlo, quedando prendida de su mirada mientras se dejaba sumergir en un doloroso recuerdo de su pasado

Años atrás...

Una pequeña Linda de unos cuatro años de edad, observaba con confusión a su madre, María, discutir acaloradamente con su abuela, Susana. Las dos mujeres estaban en medio de una intensa pelea, donde la abuela pedía a su hija que recapacitara y no se fuera con un completo desconocido. Sin embargo, María estaba decidida y no escuchaba razones, empacando todo lo que encontraba a su paso.

—¡Detente María! ¡No puedes irte con ese hombre! —Gritó Susana, mientras su rostro estaba empapado por las lágrimas.

—No sé tu madre, pero yo no pienso quedarme en esta pocilga comiendo caca con esta niñita y contigo. Me voy, me voy por un futuro mejor, él es un profesional y me va a llevar a Canadá, allá vamos a estar bien y vamos a empezar una vida nueva, así que puedes m