Lana
Estaba tan dolida de que Leon estuviera al lado de Carla, que acepté irme con Osvaldo. Me abrió la puerta del coche...
— Carla se pasó de la raya esta noche.
— No me importa nada de lo que diga, tengo mucho más de qué preocuparme. — Me entristece pensar en Ana Claudia.
— ¿Qué pasa? sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa!
No sé si debería, pero no tengo otra opción, Carla nunca permitiría que Leon me ayudara.
— Tengo que pagar una deuda y no pude conseguir un préstamo en el banco.
— Si tu problema es el dinero, puedo resolverlo! — él respondió cambiando de calle y ya no estábamos yendo a mi casa.
— No sé qué estarás pensando, pero...
— Lana, sé que no podrás pagarlo todo a la vez, pero te lo prestaré y me lo pagarás poco a poco.
— ¿Adónde vamos? — Pregunté aprensiva.
— Te daré la cantidad que necesitas. No puedo hacerte una transferencia o transacción bancaria, Leon lo sabría, porque están monitoreando mis cuentas debido a las investigaciones.
Me asusté, pero Osvaldo