Adrián
El mundo a mi alrededor parece encogerse, comprimirse, y puedo sentir el peso de lo desconocido que se posa sobre mis hombros. Sasha sigue paralizada, sus ojos bien abiertos, anclados en la oscuridad donde el hombre misterioso ha desaparecido. Sus palabras resuenan en mi cabeza, como una advertencia, un eco lúgubre de lo que podría suceder. "La hora de la elección se acerca."
La miro, preocupado, mientras intento disipar la bruma que invade mis pensamientos. La atmósfera se vuelve pesada, sofocante. Sasha sigue ahí, a mi lado, pero algo en ella ha cambiado. Es más que la mujer que amé. Es... distante, como si un velo invisible nos separara. Y no tengo idea de cómo levantarlo.
Sasha, murmuro, posando mi mano sobre su hombro. Ella se sobresalta levemente, luego se vuelve hacia mí, su mirada perdida.
Adrián… no sé qué hacer. Su voz está rota, casi extraña. Estoy… estoy asustada.
La abrazo suavemente, apretándola contra mí. Su cuerpo está tenso, pero no suelto mi abrazo. El aire a