Adrian
Siento el suelo temblar bajo mis pies, como si la tierra misma respondiera a la llamada del destino. La luz del portal frente a nosotros titila, dudando entre el brillo y la oscuridad, y sé que lo que Sasha acaba de decir no es solo una promesa: es un acto de fe, un compromiso de arriesgarlo todo para salvarnos, para romper este ciclo infernal.
Sasha, con su mano apretada en la mía, mira el portal con una intensidad que nunca había visto en ella antes. Es como si el alma de la guerra misma se reflejara en sus ojos, la sombra de una decisión pesada lista para estallar. Está dispuesta a sacrificarlo todo, dispuesta a cruzar este umbral. Pero, ¿está dispuesta a sacrificarse a sí misma?
Sasha… Mi voz tiembla, pero logro hacerla salir entre mis labios. No quiero perderte.
Ella gira su mirada hacia mí, y en sus ojos hay dolor, miedo, pero también una feroz determinación.
No me perderás, Adrian. Aprieta mi mano con más fuerza, como para tranquilizarme. Pero en el fondo, sé que sus pal