KIARA
El departamento se llena de policías, que yo me siento en el sillón largo. Kelly no deja de abrazarme temblando de miedo, y a mí el estómago se me revuelve, por la amenaza tan directa que acabo de recibir.
Reagan esta tenso, y no deja de discutir con el detective Andrew Smith, quien sigue todo el proceso de investigación. Al señor Rogelio lo sacaron ayer de la prisión, decretando prisión domiciliaria. Y todo se empieza a juntar, que comienzo a pensar lo peor, tanto así que la desconfianza se siembra en mi pecho.
—¿Mi padre no puedo haber sido o sí? —Cuestiona Raven, mordiéndose la uña de su pulgar. Yo no le contesto nada, porque no sé qué responder a eso, pero la rubia no deja de moverse, está en shock igual que todos, en tanto Julián no deja de teclear algo en la laptop.
—¡Es que me importa