Tenía que pasar la noche en el hospital y convencí a Dong-Yul de irse a casa, no tenía caso de que se quedara conmigo y pasara la noche en vela cuando, tanto yo como el bebé estábamos en perfectas condiciones.
—Anda, vete a casa, no es necesario que te quedes aquí, los dos estamos bien y estamos muy bien atendidos por las enfermeras.
—Y más vale que así sea, con todo el dinero que vamos a pagar por pasar solo una noche en el hospital, podríamos pagar un mes de vacaciones en un hotel de lujo en París.
—Ve a casa y descansa, ya verás que mañana cuando vengas, estaremos listos para volver contigo al departamento.
No fue fácil, pero terminó por irse prometiendo que volvería muy temprano para llevarnos a casa. Me dio un ligero beso en los labios y se fue. Me quedé mirando las flores que trajo para mí y no pude evitar pensar en lo maravilloso que habría sido que fuera Seung-Yi quien estuviera a mi lado. Sin duda nunca iba a terminar de arrepentirme de haber huido de mi destino.
La enfermera