89. Esto es algo peor.
El aire se siente denso, cargado de electricidad y muerte. Rita corre junto a mí, su mano aferrada a la mía como si soltarme significara desaparecer en la oscuridad. Eliot va delante, su arma lista, avanzando con movimientos calculados. Pero los disparos no detendrán a la cosa que viene detrás de nosotros.
Un rugido profundo y distorsionado sacude los pasillos. Es un sonido antinatural, como si la misma estructura del complejo se quejara con él. El metal cruje, las luces parpadean y la sombra de la criatura se proyecta en la pared, alargada y amorfa.
—¡Por aquí! —Eliot señala una puerta lateral.
Nos lanzamos dentro justo cuando algo pesado golpea la pared exterior, abollando el metal como si fuera papel.
La habitación es pequeña, llena de cajas y monitores encendidos que muestran imágenes de distintas partes del complejo. Algunas cámaras ya no funcionan, pero en las que siguen activas, veo cuerpos… demasiados cuerpos.
—Mierda… —murmura Eliot, explorando la habitación.
Pero yo solo ten