Amanece, Bastien se levanta mientras Kate sigue dormida, se baña y se viste, va al despacho a ver unos papeles cuando entra Lucca –
Señor la Srta. Dianna llegó. – Bastien se soba el puente de su nariz –
Está bien vamos – desde la habitación Kate siente el alboroto, mira por el balcón y ve a Bastien parado en la puerta, de un auto baja una mujer con un vestido rojo, totalmente ceñido al cuerpo, un escote que no deja nada a la imaginación, corre donde Bastien.
Bastien!! ¡¡Cariño!! Tanto tiempo – la mujer iba a abrazarlo, pero Bastien pone una mano deteniéndola, de una manera fría le dice –
No soy tu cariño, guarda distancia, te lo he repetido mil veces Diana,
Ay, tan gruñón, vamos a hacer negocios – Kate mira todo con desagrado, pero esta feliz de la manera que Bastien marca distancia, se baña y baja a su santuario, toma las telas y empieza a diseñar, en el despacho Dianna esta sentada con las piernas cruzadas mostrando sus mejores atributos a Bastien, pero éste no levanta la mirada de