Ónix
La sensación de frío me hace volver a la realidad, siento la dureza y el frío del suelo contra mis costillas.
Abro los ojos y frunzo el ceño intentando descubrir el lugar en el que me encuentro. Recuerdo todo lo que sucedió la noche anterior, el dolor y el olor de pelo quemado.
Debo volver con los Guardianes de Bronce y concentrarme en encontrar al hombre sin esencia, anoche varias de las familias de mi pueblo se quedaron sin donde vivir, y perdí a dos niños y no quiero volver a pasar por algo así.
— Buenos días, alfa Ónix — Levanto la mirada para sentir el momento exacto en el que un chorro de agua helada cae sobre mi cuerpo desnudo.
¡Maldición!
— Bienvenido nuestro modesto recinto — Observo un par de zapatos de cuero frente a mí.
El hombre toma una silla y se sienta de manera elegante sobre esta es delgado y desde