Eva.
Savannah frunce el ceño y nos mira a ambos, Eros tiene el pelo desordenado, tiene el miembro erecto y su rostro está colorado, no me quiero ni imaginar como demonios debo verme yo ahora mismo, seguramente estoy desordenada y con cara de frustrada sexual, ¡Me lleva el demonio!
–¿Estoy interrumpiendo algo? – pregunta con una mirada picara, creo que cualquiera que nos viera seria capaz de darse cuenta de que algo está pasando.
–No, no interrumpes nada – responde Eros con seriedad.
Ella asiente con la cabeza, pero no parece muy convencida, aun así, se acerca con un par de papeles a nosotros dos, yo me muevo para atrás y pongo mis manos sobre mis pechos, mis pezones están resaltados sobre la tela del bikini y no quiero darle mas espacio a las interpretaciones a Savannah.
–Necesitaba mostraste esto, me lo dio tu hermana – se aclara la gargant