Capítulo 30

Consumirme

Alessio

Fui directo a la oficina en cuanto pisé Italia. Alexander me había recomendado descansar aquel día, pero perdí demasiado tiempo y debía cobrarme con creces cada valioso minuto que desperdicié en Gina. Seguía deseándola con todas mis fuerzas, eso era algo que no podía negar y que me enloquecía, pero estaba enojado. Debía hacerle entender que este juego tenía un solo ganador y que yo tenía el control.

—Señor, la señorita Deyna ya está aquí.

—Hazla pasar —dije con altivez.

—¿Me mandó a llamar, señor? —preguntó Deyna cuando estuvo frente a mí.

Me acomodé en el sillón y sopesé por un momento mis palabras.

—¿Está concluido el contrato de la señorita Stevens?

Dey

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP