Hablemos
Se marchó temprano, sin despertar a nadie… los dejó en Hartville donde aún estaban seguros y regresó a investigar…
Kael caminaba en lo profundo del bosque que rodeaba LanderTown, siguiendo un rastro que se alejaba de las rutas habituales que un cazador usaría. El sol apenas filtraba su luz a través de los árboles, y el suelo estaba cubierto de hojarasca húmeda. Era un terreno antiguo, poco transitado por humanos. Pero Kael no era humano.
Se detuvo. El olor estaba allí de nuevo: humo, óxido, y algo más, algo que no pertenecía a ese lugar.
Se agachó. La tierra estaba removida. Ramas rotas en ángulos que delataban movimiento veloz, tal vez alguien huyendo… o acechando.
Unos metros más adelante, su mirada se clavó en una piedra. Había marcas de sangre grabadas. No eran runas tradicionales, eran zarpazos de sangre y el olor era de su manada, no podía saber con exactitud quién, pero era claro que alguien había logrado sobrevivir.
-Mierda… -Susurró.
Kael había pasado muchos años e