Morfeo
Lía pasó el día entero en la cama, recuperó todo el sueño perdido de un tirón y al despertar unas vocecillas a sus pies parecían discutir.
-No está muerta, Aleck, basta. Asustas a Eliot.
-Es obvio, escucha como ronca, él sólo es un llorón. -Respondió en defensa.
-No ronca. -La voz de Eliot sonó preocupada y los tres asomaron su cabeza. Lía se desperezó y estiró sus brazos.
-Buenos días, ositos míos. -Saludó y sus hijos se rieron de ella.
-Ya es hora de merendar mamá. -Dijo Keith negando con su cabeza.
-Ups ¿Por qué no me despertaron? -Se quitó las sábanas notando un lindo vestido de cama. Miró hacia abajo notando el escote que tenía, demasiado revelador para los ojitos que habían disfrutado de sus bubis hasta los dos años.
Abrió el mueble y sacó del perchero una camisa gris para cubrirse un poco.
-¿Comieron algo? Preguntó mientras Ataba su cabello.
-Sí, el Señor Kael nos buscó.
-¡¡Pollo frito!! -Gritó Aleck y Lía sólo pudo reír, no podía creer que recordara eso.
-¿N