Confidente
Por fin había podido encontrar a su amiga, quien de todas formas le recriminó por desaparecer y no buscarla, aún cuando le dijo que había estado recuperando fuerzas, le llamó flor delicada y procedió a golpear su brazo como si un camarada de patrulla se tratara.
-He ido a cuidar a mi salvador..
-Ya. Tienes que ponerme al día con los sucesos.
-Con la historia de mi regreso o con la de partida ¿Cuál quieres primero? -Trató de sonar despreocupada y aligerar la seriedad de los temas.
-La que te duela más primero. -Respondió con simpleza, y un poquito de malicia por bromear. Se sentó frente a ella, apoyó los antebrazos en sus rodillas, los dedos entrelazados. -Porque no me importa tanto el orden… como que por fin me cuentes.
Estaban en la parte trasera de la casa de Helena, habían salido al jardín para hablar con tranquilidad en el hermoso día.
Lía bajó la mirada y le hizo un puchero a su amiga por la rudeza. Tardó un poco en poner orden y saber cómo comenzar. No porque no