Madre Luna
Lía miró con sorpresa a la muchacha y esta solo cubrió su cuerpo como si ella fuera a golpearla.
-Con permiso. -Dijo Lía tratando de ser educada y se retiró de allí sin interés en escuchar la excusa o razón de espiar al Alfa.
Luego de ordenar la habitación y las pocas pertenencias, los niños saltaron emocionados por las camas nuevas y hablaban de cómo debían decorar su nuevo cuarto. Aunque Lía quiso preparar todo para dormir en el mismo cuarto con sus hijos, el espacio no permitía una cuarta cama y se acomodó en la habitación contigua a la de ellos.
El segundo piso parecía más lo que podía llamar hogar. Aunque contaba con varios cuartos, tenía un aire más cálido que el primer piso, contaba con una biblioteca y también había visto un salón amueblado más acogedor que aquel recibidor de la planta baja.
La cocina y el comedor estaban abajo y también parecían ser de uso diplomático.. Una mesa muy grande y larga con al menos veinte espacios de asiento. Sus hijos corrieron deb