Soportar
-Ryan ¿Puedes darme un momento? -Lía no quería una situación de celos allí en el hospital a primeras horas del día.
-¿Estarás bien? -Preguntó mirando a Kael desafiante.
-Te dijo que te largaras. -Espetó Kael molesto.
Ryan llevó las manos a su cinturón, allí donde tenía su arma enfundada. Amenazante, Kael sólo bufó por lo ridículo.
-Estaré aquí cerca. -Le susurró a Lía.
Nada más darse la vuelta y Kael ya había acortado la distancia, olfateando en su cuello, su hombro, bajando por su pecho.
-Basta, Kael, basta. -Susurró Lía.
Aquel era un comportamiento de Lobo, obviamente Ryan no se había marcado en ella, no había dejado feromonas como lo hacían los Lobos, no podría marcarla en advertencia a otros Lobos, porque era humano y Kael lo sabía, simplemente era algo que le pedía hacer su Lobo.
Lo apartó con insistencia, pero el hombre no entraba en razón. Le dió un fuerte pisotón sobre el zapato logrando que se apartara entre quejas y maldici*ones.
-Maldición, Lía ¿No podías