Sin Retiro
El bosque susurraba amenazas. No había viento, y aun así, las hojas parecían crujir con vida propia bajo las botas de Roan. Rodeado, sin refuerzos y con la luna apenas asomándose entre las ramas, sabía que no saldría ileso de ese encuentro.
Marko dio un paso al frente, parecía disfrutar de la situación.
-Qué sorpresa. -Con la seguridad de quien controla la situación, Marko comenzó a hablar. -Pensaba causar desequilibrio en la paz de la manada, atraer a Kael en mi búsqueda y darle muerte yo mismo.
La voz resonaba en la cabeza de Roan que intentaba idear algo, lo que fuera para salir bien parado de allí.
-Pero lo que encontré…-Rió fuerte. -Sabía que Kael no podría resistirse a cuidarla. -Dijo con voz casi amistosa, como si compartieran una broma privada. -No le creí nada cuando la rechazó frente a toda la manada… ¿Tú qué eres ahora, su sombra? ¿Niñera del exilio?
Roan no respondió. En lugar de eso, dejó caer su mochila al suelo y flexionó los dedos, preparándose para lo inev