Alfas

El aroma llegó antes que las pisadas. Era intenso, boscoso, pero con una clara señal de poder. Forest Souls. Uno de los suyos se aproximaba… no, varios.

Meyrick se adelantó hasta el borde del risco, donde la frontera natural entre las montañas del este y los valles profundos de Shadow Wolves marcaba el final de sus tierras. Al fondo, como emergiendo de la neblina, Kilian, el alfa de Forest Souls, se abría paso entre los árboles con un andar solemne y su mirada fija en la altura. A su lado, un par de escoltas mantenían la distancia, pero ninguno mostraba intenciones de atacar.

Llegó al claro donde esperaban los centinelas de Kael que acudieron nada más verlos, les gruñó dejando en claro que no actuaran libremente y se acercó a Kilian.

-No vengo a luchar. -Dijo. - Sólo quiero que Kael dé la cara. Recibí su carta. Quiero que me la repita…de frente.

Meyrick recibió como buena señal el hecho de presentarse sólo con dos escoltas, pero el tono utilizado era demandante, típico de Alfa