Savannah Pérez
A pesar de estar en el departamento sin salir mientras cumplo los días del reposo, estoy tan cómoda y tranquila que no noto el encierro, limpio mi herida, tomo mis medicamentos, hago lo que sea que me provoque comer, no tengo ni un centavo en mi cuenta y nada de esto me pertenece Pero no doy rienda suelta a malos pensamientos.
Estoy viva!
El día que hablé con Sandra llore mucho, ella quiso venir corriendo, Pero ya lo peor había pasado, perdería su ascenso y no sería justo para ella, ya yo me sentía mucho mejor.
En su horas libres la llamo por video llamada y pasamos ratos hablando sobre todo un poco.
—¿Y ya tu sugar fue hacerte la visita del día? — estoy recostado en el mueble de la sala con la tv encendida.
—El lunes vino en la tarde Pero solo estuvo unos minutos, trajo a una enfermera para que retirara los puntos y se fue.
—Esta viendo que sabes para ya tu sabes que.
Giro mis ojos, también he pensado en eso, aunque no ha demostrado ningún interés de ese tipo,