Taly carraspeó sin entender exactamente qué era lo que acababa de pasar. Miró al hombre a su lado, quien hablaba con una frialdad que le puso los pelos de punta. Se preguntó, cómo un hombre que la había besado de la manera que lo hizo, ahora estaba ahí como si nada cuando ella sentía que sus piernas se doblarían en cualquier momento.
Se removió en su sitio y esperó a que todo terminara; no obstante, se sorprendió cuando una de las reporteras se dirigió hacia ella para hacer una pregunta.
—Señorita Haretton, ¿dígame que se siente que después de ser una chica normal ahora es la inspiración de cientos de mujeres en el mundo? —inquirió y Taly solo guardó silencio durante unos segundos antes de mirar hacia el frente, donde Morgan le hizo un discreto asentimiento para que respondiera.
—No sé si deba ser solo una inspiración para las mujeres por estar con el presidente, preferiría ser la inspiración de muchas chicas que desean superarse, incluso si no es con un novio presidencial —respondió y