46. Lobo de Michael
— Mamá —Charlotte escuchó Michael—. ¿Qué te hizo papá?
— Nada, mi amor —dijo la humana, señalando el asiento a su lado—. ¿Por qué tu padre me haría algo?
— Él nunca me pide que duerma con el tío James y esta mañana el tío James me sacó de la casa antes de que despertaras —el pequeño alfa dejó caer su cabeza en el regazo de la humana—. Me secuestraron y no te diste cuenta de eso.
— Bueno, pequeño —dijo Char—, es algo que pasó. Tu papá no me hizo nada, estoy bien.
— ¿Entonces por qué tienes esas marcas en los brazos?
— Porque caí —mintió sonrojada—. Antes de venir a tu casa, pensé que las habías visto.
— No las tenías —dijo el pequeño alfa, y en eso el alfa mayor llegó con la cena y un par de bebidas—. ¿Por qué le pegaste a mi mamá?
— ¿Qué? —preguntó Damián con un hilo de voz—. ¿Yo le pegué?
— Sí, eres un hombre muy malo, papá.
— No le puse un solo dedo encima a tu niñera, no seas chismoso…
— Pero si todo el cuerpo —balbuceó Charlotte, y Damián la contempló con deseos de querer lincharl