Capítulo 25. Tan lejos que no pueda pensar en ti.
*Neri*.
Nunca antes me había sentido tan angustiada, tan dolida y desesperada, ¿Qué clases de personas le hacen daño a una niña* inocente?, ¿Por qué?. El odio puede hacer cosas realmente crueles, y la ambición por el poder, no reconoce edades, tenía miedo, miedo de lo que Hiro pudiera hacer y mucho más aún de lo que le pudiera pasar a Aiko.
Mi corazón se detuvo al ver a dos doctores salir de aquel lugar.
—¿Familiares de Aiko Okada?.
Hiro fue el primero en llegar hasta ellos, estaba asustado, se podía ver, el hombre intimidante y aterrador ya no estaba, pero eso no lo hacía menos peligroso, todo lo contrario, era mucho más peligroso ahora.
—¿Cómo esta mi hija?.
Y entonces mi peor temor se hizo presente al ver su rostro.
—Lo sentimos señor Okada, a su hija la envenenaron, con Aconitina, lamentablemente ingirió demasiado y sufrió un paro cardiaco…hicimos todo lo que pudimos…lo lamento.
—¿Qué mierda esta diciendo?...no, quiero ver a mi hija.
—Señor, lo sentimos mucho.
—¡No!, deja de decir