La noticia de la tormenta llegó por la televisión, mientras Winnie limpiaba los platos del desayuno. Una voz grave y serena anunciaba que una de las peores tormentas de nieve del año estaba en camino y que la región entera debía prepararse para condiciones extremas.
Winnie apagó el grifo, se secó las manos y escuchó con atención. "Eviten viajar, aseguren sus hogares y permanezcan adentro hasta que las autoridades indiquen lo contrario", decía el tipo del clima.
—William tráeme tu ropa sucia la voy a lavar ahora, anunciaron una tormenta.
—Si, mami—dijo el niño dejando un rompecabezas de lado.
Winnie limpio la casa y lavo la ropa, era domingo y se sentía más relajada.
Poco después, su teléfono sonó. Era Benjamín.
—Winnie, ¿Que hacen? ¿has oído lo de la tormenta? —pregunta, con un tono preocupado.
—Sí, justo ahora lo estaban anunciando. Acabo de lavar y limpiar la casa.
—Deberías venir con William a mi casa. Tengo suficiente leña para la chimenea, comida para varios días, y no quiero que