Exceso de confianza y de fuerza.
El peligro estaba en el aire, había mucha maldad en la mansión Rucci, Zia en la habitación, teniendo una actuación magistral al frente de su futura hijastra y John, en la cocina, esperando el momento indicado para dar la señal de ataque, todo estaba servido para presenciar una verdadera tragedia.
Francesco solo estaba concentrado en su hija, verla sonreír, jugar y divertirse era todo lo que necesitaba para mantener su corazón lleno de amor, hasta que sonó su celular.
— Mike, ¿Cómo estás? ¿Qué ocurre?— contestó Francesco la llamada, era inusual, Mike había estado ocupado en sus cosas y casi nunca lo había llamado.
— Bien, hermano, estoy con Luke en tu bar preferido y mientras pedíamos una cerveza, recordamos que no te organizamos tu despedida de soltero, perdón, fue todo muy rápido y no te habíamos visto, ¿Por qué no vienes hasta aquí y nos tomamos unos tragos? Será tu última noche como soltero, debemos aprovecharla.— explicó Mike, ante la mirada atenta de Luke, quien no estaba na