Cuando mi abuelo formuló esas palabras sentí que mi mundo completo se cayó en mil pedazos. No pude evitar dejar caer un par de lágrimas y mi abuela simplemente se dedicó a abrazarme.
-¡Esto debe ser un error! ¡No puede ser! ¡No la puedo perder!
-Tu hermana no se va a morir -Sentencia el hombre sin dejar caer ninguna lágrima
Mi abuelo es el mayor ejemplo de fuerza que he tenido en mi vida.
-Mi nieta es joven y fuerte, además detectamos la enfermedad a tiempo. Debemos seguir el tratamiento al pie de la letra.
-¿Cuál es el tratamiento? Por favor díganme todo.
-Por lo pronto debemos iniciar con quimioterapia y si ella no logra mejorar se le debe realizar un trasplante de médula ósea.
-Lo que sea abuelos incluso mi corazón le daría. - Les aseguré entre sollozos-
¿A dónde está? Quiero verla por favor.
-Antes debes calmarte mi amor-Me dice mi abuela
-Ella debe vernos fuertes
-Yo debí enterarme antes-
Me recriminé
-Hace más de dos semanas tú hermana Jessica intenta localizarte mi amor.
No les