Capítulo 3 La tengo que conquistar

Narra Scott

Estoy tan furioso con mi familia por obligarme a casar con alguien a quien no amo y sólo es temporal. A mí me interesa la chica nueva y no le voy a permitir a Adam que se acerque a ella. Yo la vi primero y será mi esposa.

—Hola… —Sé me olvidó su nombre.

—Soy Katherine. —Dice con una bella sonrisa en su rostro.

—Claro. ¿Qué harás esta tarde? —Digo estando más cerca de ella y sin dejarla de mirarla.

—Bueno yo… —Conozco ese aroma y es desagradable, por cierto.

—¡Hermanito! —Lo que me faltaba.

—Permíteme un segundo. —Ella asiente y llevo a Adam lo más lejos posible.

—¿Qué crees que haces? —Lo miro con odio y él sólo sonríe con maldad.

—Acercarme a ella, quiero que me conozca. —Tengo tantas ganas de soltarle un golpe en la cara para borrar esa estúpida sonrisa.

—Ni se te ocurra, yo la vi primero. —No dejo de mirarlo.

—Eso no es verdad, lo vi todo en su primer día de clases, tú la ignoraste cuando chocó contigo y te fuiste con Eva. —Es un desgraciado.

—Pues fui el primero en hablarle. —¿En verdad vamos a pelear por ella? ¡Pues bien! Que así sea.

—Eres patético, Scott. Eva es la ideal para ti. —Como lo odio.

—Si tanto la mencionas, ¿Por qué no mejor te casas con ella? —Digo y se pone serio.

—No es de mi agrado esa mujercita. —Dice y mira en dirección contraria de donde se encuentra Kathy, sigo su mirada y hablando de ella.

—Cielo, te estaba buscando. —Toma mi brazo para halarme a su altura y darme un beso en los labios.

—Bueno, yo los dejo, mi futura esposa me espera. —Guiña un ojo y se va. —Esto no se va a quedar así.

—¿Adam, tiene novia? —Pregunta Eva confundida.

—Claro que no, sólo le gusta burlarse. —Katherine me mira con cierta decepción y se va junto con ese imbécil.

No por mucho tiempo.

Llego a casa muy molesto, por su culpa no pude invitar a Kate a cenar y todo por el entrometido de Adam.

—¿Qué te pasa, hijo? —Mi madre se da cuenta de mi mal humor.

—Ese metiche que tienes por hijo mayor, me arruinó una cena con una chica linda. —Digo aun molesto.

—¿Con Eva? —Pregunta con ilusión.

—No madre, es una chica nueva de la universidad. —Digo con mal humor.

—No me gusta que salgas con niñas simples. —Ahora ella es la molesta.

—Pues te tengo noticias, ella me gusta para mi esposa. —Digo y me suelta una cachetada.

—¡Olvídalo! Queremos a una hermosa joven de buena familia y no nos lleves lo contrario. —Se da la vuelta y se va y yo gruño de coraje.

—Creo que no te fue bien con mamá. —Y ahí está ese idiota.

—Pues no me importa. —Lo ignoro y me voy a mi habitación.

—Te voy a conquistar Katherine y serás mi esposa y madre de mi hijo.

 …

Narra Adam

Desde que vi a esa hermosa joven, quedé prendado a su belleza, y algo dentro de mí me decía que ella es la mujer ideal para casarme, a mí no me importa una mujer de buena familia, son presumidas y mimadas, ahí está la prueba con Eva. Así que ese día la seguí hasta su casa con el fin de conocerla mejor, sólo que me estaba presentando como lo que soy, un lobo, no era mi intención asustarla, y cuando cobré esta apariencia humana, Scott se me había adelantado.

Discutimos por el tema de quien la vio primero y del por que la estaba siguiendo, sin embargo, no le di mucha importancia, hasta el día de hoy que si lo estaba diciendo muy en serio. Así que entraré a su juego de quien la conquistará primero.

La veo junto a ese idiota y una rabia recorre mi cuerpo con ganas de quitarlo de mi camino, así que voy hasta donde ellos se encuentran, lo “saludo” y está realmente molesto, así que me aparta de esa hermosa joven.

Volvimos a discutir como es la costumbre y agradezco que su novia apareciera y se quedara con él, así aprovecho para al fin presentarme con ella.

—Hola. —La saludo con amabilidad, aunque me den ganas de besarla.

—Hola. Escuché que eres hermano de Scott. —Odio que lo haya mencionado.

—Así es, soy su hermano mayor, Adam. —Me presento con ella y la veo sonreír. Es tan linda y tierna.

—Mucho gusto, me llamo Katherine. —Es bella.

—Hermoso nombre… —No puedo dejar de mirarla.

—Gracias. —La veo sonrojarse.

—Ya debo ir a clases. —Le digo y ella asiente.

—Yo igual. —¡Dios! Su voz es música para mis oídos.

Nos vamos juntos por el pasillo, voltea a ver a mi hermanito y veo tristeza y decepción en sus hermosos ojos, unos sentimientos que borraré.

Llego a casa y escucho una discusión entre mi madre y Scott, ella quiere a Eva como nuera, mientras que él le está llevando la contraria, le suelta una cachetada gritándole que lo olvidara. Me quiere dar un ataque de risa, sin embargo, me mantengo serio. Mamá se va y llego hasta donde se encuentra mi hermano y me burlo de sus desgracias.

Se molesta y se va a su habitación, así que haré lo mismo.

—Que bueno que te veo, hijo. —Mi madre se ve más calmada.

—Dime. Te escucho. — Me indica que pasemos al despacho donde se encuentra papá. Tomamos asiento frente a él.

—Adam, hoy por la mañana me encontré con Esteban, uno de los socios de mi empresa y quiere invitarnos a cenar para que conozcas a su hija, Margot. —Tiene que ser una broma, creí que no me tomaban mucho en serio. A pesar de que soy el mayor.

—¿Por qué yo? Sé que es un requisito para ser tu sucesor, pero… ¿Tiene que ser con alguien de nuestra “altura”? —No lo puedo permitir.

—Tiene que ser por igual para los dos, no hay favoritismo en esto. —Espeta molesto.

—¿Tú también? No puedo creer que mis dos hijos se fijen en mujeres ordinarias. —Soy yo quien no lo puede creer.

No digo mas y sólo asentí, no voy a dejar a Scott que se quede con Kate. Salí de la oficina y me fui a mi habitación, y ahí me estaba esperando mi hermano.

—¿Qué quieres? —Ahora soy yo el molesto.

—¡Vaya! Creo que no fuiste la excepción de nuestros padres. —Se ríe maliciosamente. Y me dan ganas de darle una paliza.

—Sal de mi habitación. —Le digo tratando de calmarme.

—Está bien. Pero una cosa te digo, Voy a conquistarla.

Sale dando un portazo y agarro un florero y lo estrello contra la pared de la habitación.

—Eso no lo voy a permitir.

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