58. Nuestros destinos
Emma
Cuando volví a abrir los ojos, lo primero que vi fueron los rostros preocupados de Miller y Ethan. Sus expresiones estaban cargadas de alivio, pero también de inquietud.
-¿Cómo te sientes?- Preguntó Miller con voz suave mientras me ayudaba a incorporarme.
-Estoy bien.- Respondí, aunque mi mano se dirigió instintivamente a mi rostro húmedo.
*¿Estás bien? ¿De verdad? ¿Por qué lloras? ¿Sabías que hasta hace un momento brillabas? ¿Te duele algo? ¡Dime la verdad!* La voz de Bran resonaba en mi cabeza.
Fruncí el ceño y miré a Miller con exasperación. Mientras me frotaba la sien, me quejé: -¿Tu lobo nunca se calla?-
Miller antes de que pudiera responder, Ethan soltó una carcajada.
-Parece que Bran sigue siendo tan ruidoso como siempre.- Comentó con una sonrisa divertida.
Pero Bran seguía parloteando en mi mente como si no hubiera escuchado nada.
En ese momento, el brujo mayor entró a la habitación. Antes de que pudiera decir una palabra, lo enfrenté directamente:
-¿Por qué él quiere a Al