Capítulo 39.
El lobo me miró incrédulo pero aceptó mi invitación. Por educación o por miedo de molestar a la monarca de otro reino, no lo sé y la verdad no me importaba.
Tomé su mano y lo llevé a la pista de baile; para su desgracia, la orquesta estaba tocando una melodía alegre y que implicaba algunos movimientos rápidos de pies.
-Señorita, yo...
-No se preocupe, sé que no puede moverse rápido. Bailemos lento- Dije muy segura poniendo su mano en mi cintura mientras lo guiaba al vals más lento de la historia.
-Le agradezco el gesto, pero yo...
-¿Se está divirtiendo? - Pregunté con una sonrisa brillante.
-¿Eh? ¿Si?
-¡Maravilloso! Yo también lo estoy haciendo. Hábleme de usted, se lo ruego.
Me miró desconcertado y comenzó a hablar.
-Soy el Barón...
-Muy interesante. ¿Tiene hijos?- Dije interrumpiéndolo.
-Si. Cuatro lobos en edad adulta. ¿Está buscando pareja, majestad?- Preguntó curioso.
-No, solo estoy aburrida. Gracias por el baile- Dije y lo dejé en la pista parpadeando porque el pobre