Mientras me encontraba destrozando a algunos lobos que olían repugnante comencé a hacerme algunas preguntas serias que quizá debí de haberme planteado antes. Como por ejemplo, ¿Me daría una indigestión por probar la carne de estos salvajes? ¿Vomitaría? ¿Podría correr al castillo solo para vomitar en la preciosa oficina de Karel? ¿Me llevaría a la horca si lo hacía en su cama?Tantas preguntas y tan pocas respuestas.Necesitaba un plan ya que los malditos no dejaban de salir y, conmigo distrayéndolos, algunas familias con niños podían pasar desapercibidas a mi lado.No me preocupaba hacerme salvaje ya que hasta el momento ninguno de ellos había mordido lo suficiente como para penetrar mi pelaje y Savanah hacía un trabajo excelente cubriendo mis espaldas.En cuanto los salvajes comenzaron a reducir su número, corrieron en dirección contraria. Me transformé y comencé a recolectar cuchillos para llevárselos de vuelta a Savanah.—Demonios, Luna Lily. — Dijo Hugo cuando me acerqué. — Eres m
—Bueno, estoy bastante segura de que Ángelo regresó al castillo para guardar nuestros tesoros. Creo que deberíamos ir solo para recuperarlos— Dije con convicción.—Por supuesto. Todo sea por esos adornos que no usarás, las monedas que no gastarás y las joyas que no te gustan— Dijo seria Savanah y luego echó a correr hacia el castillo.—¡A mi si me gustan las joyas! — Grité divertida a su espalda antes de seguirla.El camino hacia el castillo fue tranquilo y eso solo nos hizo apretar aún más nuestro ritmo.Las puertas se encontraban abiertas de par en par y había varios cuerpos tirados en el piso. ¿La sorpresa? Todos tenían uniforme. Esto olía a traición interna.—Supongo que dejaron entrar a los salvajes para dividir a los guardias— Dijo Savanah corriendo junto a mí por los pasillos sangrientos.Una conmoción más adelante me hizo detener a Savanah. Llevé un dedo a mis labios y nos quedamos quietas.—Vigilen el pasillo y que nadie entre a la habitación. El rey y el príncipe deben respo
Conté hasta tres y le di la señal a Savanah; para no revelar nuestra presencia tuvimos que deslizar poco a poco el cristal corredizo y rezar porque no hubiera una repentina corriente aire que nos delatara. Claro que también podíamos contar con la suerte de que las habilidades amatorias de Elizabeth distrajeran lo suficiente al lobo malo como para que no notara el pequeño detalle de la ligera brisa fuera de lugar en la habitación.Afortunadamente, Elizabeth era muy ruidosa y pudimos pasar desapercibidas con éxito. Entonces solo fue cuestión de que Savanah lanzara un cuchillo que se clavó directamente en el cuello del tipo y atravesó limpiamente su garganta. Yo me abalancé sobre Elizabeth medio segundo antes de que comenzara a gritar y le metí el pedazo de mi blusa sucia en la boca.Ella se debatió por algunos segundos intentando alejarse del cadáver sangriento mientras miraba con horror la escena y no dejaba de chillar amortiguadamente.—¡Ah, oh si, oh si dame más duro! ¡Me gusta sucio
—No. Antes de que llegaras, el lobo se encontraba diciéndome sobre sus planes de traicionar al líder y tomar el trono para él.—Que mierda para ti— Dije distraída. — De acuerdo, tengo que salir de aquí para no quedar viuda tan joven y la ruta más corta es por ahí— Dije señalando la puerta— A pesar de todo lo grandiosa que soy me temo que necesitaré ayuda para cubrir mi espalda así que...—Yo te cubriré— Dijo Karel acercándose a mí.Yo bufé divertida. Y luego volví a gemir como una actriz consumada dando la impresión de que el espectáculo ya había terminado. Lo que obviamente hizo a Karel apretar los dientes.—¿Tú?—Yo— Dijo asintiendo con la cabeza. — No soy un mal luchador y podemos salir juntos de esto, Lily.No sé qué me impactó más, el tono suave que usó, la determinación en su paso, la calidez en sus ojos o que me llamara por mi nombre.—No quisiera ofenderte— Dije con sarcasmo cuando me recuperé de la impresión— pero necesito inteligencia además de fuerza. Y con tus horribles el
Si alguna vez extrañé fuertemente a mi tío Chad, no se compara con el sentimiento de anhelo de este momento.Aunque sabía que yo solita me había metido en cosas que claramente me superaban, desearía que mi tío estuviera aquí para echar una mano con los malditos bastardos rebeldes que no dejaban de salir. ¿Qué mierda pasaba con estos lobos? ¿Por qué tanto odio contra la corona?Karel podría no ser mi lobo favorito, pero por lo que he podido ver desde que lo conocí, no es un mal lobo aunque me cueste admitirlo. Me ha dejado salirme con la mía en varias ocasiones en las que mis múltiples ofensas merecerían un castigo corporal. ¡Ni siquiera llevó a la horca a Savanah por arruinar la pared de su oficina, por el amor de la madre! ¿El pequeño incidente con Gisselle? Se limitó a encerrarla en una habitación con todas las comodidades y caprichos posibles. Cuando le advertí sobre mis sospechas de uno de sus Alfas, lo anotó al pie de la letra y estoy segura de que lo está investigando. ¿Ordenar
—Claro que no estoy mintiendo. —Dije haciéndole ojitos. — ¿Por qué pensarías otra cosa?—Porque de alguna forma he estado perdiendo la ropa últimamente cuando estoy contigo.Yo fruncí el ceño juguetonamente.—Eso no es cierto; en la carnicería solo te pedí tu camisa, tu solito te quitaste todo lo demás. De hecho, ahora que lo pienso, me debes un collar de diamantes porque ese debió ser el uniforme más caro de la historia. — Dije convencida.—¿Para qué lo quieres? De todas formas estoy seguro de que lo volverás a regalar. — Dijo arqueando una ceja.—Por supuesto que no. Yo jamás regalaría algo que tú me des. — Dije alargando la conversación porque francamente me gustaba estar sobre él y admirar de cerca su cara. Tocar sus labios tampoco me molestaba, estúpido lobo guapo y monosilábico.—Lamento interrumpir el momento, pero si te sientes mejor hermano, tenemos que regresar al castillo y contener una rebelión. — Dijo en tono aburrido Karel.Giré ligeramente mi cabeza en su dirección y lo
—¿Quién mierda eres tú? — Preguntó tembloroso el lobo más joven del grupo— No eres de este continente.—Puede ser. — Dije con una amplia sonrisa pateando de mi camino el cuerpo de uno de sus amigos.La pelea había durado muy poco; lobos de poca monta que no pudieron si quiera bloquear algunos golpes. Esto me llevaba a pensar que Karel y Cole le estaban dando demasiada importancia a este grupo. Eso o el líder de los rebeldes había enviado por delante a los lobos prescindibles para conquistar el castillo y luego cuando el trabajo estuviera hecho vendría como el cobarde que era para reclamar el reino.De un salto me acerqué rápidamente al lobo joven y en su cara exclamé un suave "Bu". Él se tropezó hacia atrás y luego recuperándose se echó a correr en otra dirección.Yo estallé en carcajadas porque estaba muy segura de que había mojado sus pantalones.—Deja de ver el espectáculo, pequeño rey. — Dije sin darme la vuelta cuando terminé de limpiar mis lágrimas.No tenía idea de cómo, pero s
Él me detuvo tomándome del brazo firmemente.—Vendrás conmigo.—No.—No quiero llevarte por la fuerza, Lily.—Y yo quiero pegarte en las bolas, Karel... bueno, tal vez si. - Dije honestamente.Nos miramos retadoramente por largos segundos hasta que su madre habló.—Vámonos hijo, esta loba no vale la pena. — Dijo Isabela con veneno en su voz.—No pedí tu opinión, madre. — Dijo Karel en un tono un poco más suave mirando hacia mi espalda y yo le arqueé una ceja. — Vendrás conmigo porque no quiero que deambules por los pasillos sola cuando estamos claramente bajo ataque. — Dijo dirigiéndose a mi nuevamente.—No iré contigo porque eres un idiota. Además ¿Desde cuándo te preocupa mi seguridad? — Dije con un gesto de incredulidad. — No empieces a hacer cosas extrañas solo porque me debes la vida.—Yo no te debo la...Se detuvo a mitad de su oración y se tensó de repente mirando detrás de mí. Por pura curiosidad giré el cuello para ver qué le había llamado la atención.El lobo joven que había