Capítulo 55.
—Deberías pensar en construir cuartos arriba de tu muy legal y respetable establecimiento Maurice. — Dije con mi segunda copa de vino. A mi lado Ángelo relinchó de acuerdo. — Después de probar tu comida no sé si quiero regresar a mi mansión. — Dije tocando mi muy lleno estómago.
Cuando Savanah y yo salimos por la puerta del castillo, Ángelo nos alcanzó muy limpio, cepillado y guapo. ¿Quién era yo para pedirle que se quedara donde obviamente no quería estar? Además, me gustaba que los guardias no nos molestaran si él les relinchaba ferozmente. O quizá no nos molestaban porque los guardias de la puerta de ayer esparcieron el rumor.
Como sea, me gustaba el respeto.
—Gracias, señorita Lily. — Dijo Maurice con una sonrisa mientras limpiaba un vaso con un trapo. — Lo he considerado pero en los últimos tiempos solo ganaba lo suficiente para vivir al día. Ahora sin la comisión de los guardias, me parece que voy a comenzar.
—Hazlo, soy tu fan. — Dije terminando mi vino.
—Muy buenas tardes, señ