Mhur fue el primero en subir, se encontró con muchas personas, se corrieron mostrando a una anciana, tenía al príncipe en sus brazos y estaba dormido. El guerrero lo cargó y lo abrazó con suavidad, luego volteó y se los enseñó a sus compañeros, todos sonrieron aliviados. _ Gracias por sacarlo del caballo y cuidarlo.- Anroc se inclinó . _ Era lo menos que podíamos hacer,- la anciana acarició el rostro del capitán -vimos todo desde aquí, y debo decir que nos sorprendimos cuando derrotaron a ese gusano. _ Sí, fue difícil, pero terminó, por suerte. _ No parecen sorprendidos por su tamaño, ¿acaso acostumbran ver criaturas así?- interrogó el hombre que los ayudó a subir al árbol. _ Para nada, pero habíamos oído historias de este lugar, y desde que entramos al valle vimos telarañas gigantes y nos atacó una serpiente aún más grande, y luego este gusano. _ No te olvides del Bel'zii, Anroc, que quiere cenar a mi hermano.