Capítulo 97: Último encuentro premeditado de dos enemigos apasionados. Parte 1.
Daisy:
En esa mañana, todo lo que ocurrió sólo contribuyó a aumentar mi frustración, desde la prohibición de mis escoltas, que, a mi modo de ver, se extralimitaban en sus funciones, a poder desayunar en el comedor principal del hotel, rodeada de otros clientes, hasta el control, así como limitación, de las visitas que debía recibir en la enorme, y exageradamente lujosa, suite donde mi Ama y yo habíamos sido encarceladas, por culpa de esa controladora española de Rosi, que a mi modo de ver, exageraba en sus medidas de seguridad, ante las amenazas de Vermont.
Es verdad que todas esas medidas iba en contra de la estrategia que llevaba ya varios días gestando, lo único que me había limitado no haberlo hecho antes, era la cara de felicidad y relajación con la que cada día se levantaba mi adorada Ama.
Milly había sido mi soporte durante toda mi vida, la madre que nunca conocí, había estado allí en mi perores momentos, y no me abandonó cuando mi desastrosa familia se arruinó, estuvo a m