Capítulo 29: Una noche de pasión con sorpresa. Parte 1.
Daisy.
Mucho antes de que se abriera la puerta de la habitación, yo ya había cambiado de opinión, como unas cuatro veces, tenía claro que el valor que me había llevado a tentar a ese guapo desconocido, para traerlo a mi habitación, era un poco precario, aunque mis acciones demostraran lo contrario.
La verdadera razón que me animó a dar el paso fue, especialmente, querer destruir esa sensación enfermiza, al menos para mí, de que sólo Marcus Miller conseguía despertar ese sentimiento de deseo, y tentación, estos sentimientos no son malos sentirlos, son hasta naturales, si no fuera porque el único hombre que te los provoca es aquel que odias más que a nadie.
Justo por eso decidí dar el paso, ceder ante la imposición de mis tres amigas, si no hubiera estado segura de esto, no hubiera dado el paso a invitar, de forma tan descarada, a este desconocido, a mi suite, ni hubiera colgado en la puerta las normas ineludibles para nuestro primer, y único encuentro.
Normas que se hicieron