—Ella está fuera de tus posibilidades —contesta Benedict con la cara tan seria que el hombre simplemente asiente sin volver a mencionar el tema.
La conversación entre ellos se vuelve tensa desde ese momento e Isabella lo nota. Poco después el hombre se retira. Sin embargo, la tensión en el rostro de Benedict permanece intacta.
Mientras la subasta sigue, tanto hombres como mujeres se acercan a saludar al jefe Arrabal. Todos ellos, en algún momento de la conversación, vuelcan toda su atención hacia Isabella, quien no tiene de otra que corresponder a sus saludos y sonreír. Benedict, tan perspicaz como siempre, nota el interés que tienen en ella.
Casi al final del evento, cuando por fin están solos por más de cinco minut