Capítulo 73. En busca de vestidos
Isabella nota de inmediato la intención de Nuria. Esa mujer no ha venido a disculparse ni a hablar de nada importante. Está allí, de pie frente a su escritorio, con los brazos cruzados y los ojos ardiendo de rabia. Su sola presencia transmite confrontación. Quiere problemas y ha venido a provocarlos directamente.
Pero Isabella no dice nada. Vuelve su atención a la pantalla del ordenador como si no hubiera nadie frente a ella. No tiene intención de alimentar la escena ni de caer en provocaciones baratas. Suficiente tiene con lidiar con su esposo y esos celos y posesividad extrema que tiene contra ella.
El silencio parece ser más ofensivo que cualquier palabra. La mujer, que claramente esperaba una reacción, aprieta los puños con fuerza.
—¡¿Quién crees que eres para ignorarme?! —grita de pronto, perdiendo la compostura.
Antes de que Isabella pueda contestar, la mujer toma el portalápices de Isabella del escritorio y lo lanza con furia al suelo. Los bolígrafos, marcadores y clips se espa