- Denzel, quédate en la cama. Es muy tarde, y seguro que está mal visto que el Alfa ande por ahí entrando y saliendo de un cuarto en el medio de la madrugada.
Se lo susurro con tono sensual, y pongo un puchero cuando él se gira hacia mi. Lo veo meditarlo durante unos instantes, y al final se mete entre las sábanas, y nos tapa a ambos con las mantas.
- Descansa, pequeña Emerald, ha debido de ser un día lleno de emociones para ti.
Yo me acurruco junto a su cuerpo, y dejo que el sueño me alcance, y efectivamente siento que he vivido en un día mucho más de lo que nadie puede procesar en tan pocas horas.
Despierto de madrugada, y me resulta extraño, pues normalmente suelo dormir la noche entera, sin interrupciones, pero me doy cuenta de que lo que me ha despertado ha sido el Alfa Denzel vistiéndose, y preparándose para irse de la habitación.
- ¿Te va