Capítulo 101 —No confundamos los roles
Narrador:
La puerta de la mansión Duval, se cerró con un golpe seco detrás de Charlotte. Se quitó los guantes con desdén, sin siquiera levantar la vista. Pero al girar hacia el vestíbulo, se detuvo de golpe.
Cédric estaba allí, de pie, con las manos en los bolsillos del pantalón y una expresión contenida en el rostro.
Charlotte frunció el ceño, incrédula.
—¿Tú aquí? Pensé que ya estarías en tu dormitorio… o con alguna urgencia noble y quirúrgica. ¿A qué debo el honor?
—Quiero hablar contigo —dijo él, sin moverse.
Ella alzó una ceja, dejó el bolso sobre una de las sillas y caminó hacia el bar.
—¿Hablar? ¿De qué? —preguntó con tono irónico, mientras elegía con parsimonia una botella de whisky añejo.
Cédric no respondió de inmediato. La observó sacar un vaso, servir con precisión el licor y luego beber de un trago corto pero firme.
—No deberías beber —dijo al fin.
Charlotte soltó una risa breve, cargada de algo parecido al desprecio.
—¿Y por qué no?