La puerta se abrió de un solo golpe, ahí estaba él, Noah Parker con su rostro cargado de arrogancia, resopló con fuerza observándola fijamente, dando pasos cortos mostrando seguridad de sí mismo.
Emily se mostraba bastante nerviosa como si no hubiese sido suficiente con lo que acababa de suceder con William, ahora tenía que lidiar con el genio de mierda que Noah traía.
—¿Qué estás haciendo aquí, acaso intentas dejarme en ridículo frente a los invitados? —Noah le reclamó, una fina lágrima rodó por la mejilla de Emily, sabía que debía ser convincente en su respuesta, porque de lo contrario estaría en un grave peligro la vida de su madre.
—La boda me tomó por sorpresa, no esperé que tus alcances fueran tan lejos, pero en fin, es algo que a ti no te interesa, mejor regresemos con los invitados —Emily pasó por su lado golpeando el hombro contra el suyo.
Noah bajó la cabeza, no era fácil hacer todo lo opuesto a aquello que su madre le inculcó, exhalo con fuerza y fue atrás de ella; una ve