Erick solo había vuelto a ver a Arelis desde lejos, se preguntaba si realmente el tiempo se encargaría de borrarla de su corazón. Ya estaba próximo a cumplir los veintiún años y debido a eso su padre había invitado nuevamente a Judan, pronto tendría que acceder al trono y para hacerlo tenía que casarse. Ya había pasado seis meses desde que la princesa había vuelto a su reino y la verdad no lo emocionaba volverla a ver, aunque a diferencia de la última visita esta vez vendría sola, lo que significaba que tendría que pasar más tiempo con ella.
Judan estaba ansiosa, pronto volvería a ver a Erick y en esta ocasión estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para comprometerse con él. Al llegar a la playa después del viaje ya estaba alii la guardia real, se sintió dichosa