— Está bien señorita, hare lo que me diga — Sonrió al ver la actitud de su pequeña — Eres idéntica a cuando fuiste al pasado, no has cambiado en nada.
— ¿De qué hablas? —Pregunto la pequeña.
— Antes de que tu nacieras, tu yo futuro nos visitó en el pasado a tu papa y a mí, cuando éramos más jóvenes.
— ¿De verdad te conocí antes de nacer? —La péquela sintió curiosidad y su madre le afirmo.
— ¿Y cómo era?
— Tenías la misma edad que ahora tienes 8 años. —Le acaricio la mejilla.
— Mamá, por favor cuéntame más ¿sí? —Le insistió.
— Dijiste que me quedara callada, señorita. —Se sorprendió de su curiosidad.
— Mamá por favor