Brendan no hizo nada solo la observo alejarse.
—Aunque eres la Reina sigues siendo como Clarise Baker, muy fría y extraña como cuando te conocí, con ese resplandor que me enamoro, mi dulce Clare.—Sonrió y se quedó observando la luna suspirando.
La rubia se fue cerca de su habitación aun pensando en todo lo que había ocurrido.
Se recostó en una de las columnas del palacio.
— No puedo creer lo que hizo, me beso y además le dije lo que sentía.—Su corazón comenzó a latir desesperado al recordarlo.
Cerro los ojos pensando en el.
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