28... Las verdades siempre salen a la luz.
Regresé a la casa y vi a Scott en el porche.
“¿Te encuentras bien?” le pregunté.
“No lo sé, Hanna se ve distinta a hace un Año.”
“Las personas cambian con el tiempo.”
“El año pasado el abrazo fue más largo y ella sonreía más entre mis brazos, ahora apenas llegamos y discutimos, ¿Y si Max tiene razón?”
“¿De que ella tenga a alguien más?” Pregunté.
“Sí, bueno amor de lejos… Felices los 4 ¿no?” Él sonrió ante esa idea absurda.
“No debieron discutir, y no digas eso, ella te quiere.”
“Ha tenido un año para pensar si se quiere casar conmigo y la respuesta continúa siendo un no, me duele, me duele que ella esté tan cambiada.” Quería abrazarlo y consolarlo, pero no lo hice.
“Ya está la comida.” Salió Dylan a avisarnos.
“Vamos” mencioné y caminé a dónde estaba Dylan, pase mi brazo por su espalda y él por mi cintura.
Mi suegra no paraba de decir lo feliz que le hacía ver a Dylan feliz, Scott estuvo en silencio toda la comida.
Luego de comer salimos a dar un paseo, las que más hablábamos éramos