Cap. 183: Una noche con el jefe. Un bebé inesperado.
Cap. 23: No vuelvas a subestimarte.
Marie salió del edificio con pasos firmes, aunque su corazón seguía latiendo con fuerza. El viento de la mañana le despeinó algunos mechones, pero no le importó. Sentía la cabeza caliente, pero el alma... tranquila.
Al acercarse al auto, April abrió la puerta.
—¿Y bien? —preguntó, sin rodeos, con el ceño fruncido de curiosidad.
Marie se sentó, cerró la puerta y se dejó caer contra el respaldo. Soltó un suspiro largo, de esos que arrastran cansancio, tensión… y también un poco de orgullo.
—Fue como enfrentarse a una pantera con joyas de perlas —dijo con una media sonrisa.
—¿Vivianne Callahan sigue viva o solo es una escultura parlante? —bromeó April.
Marie se rio entre dientes.
—Está viva. Y muy lúcida. Altanera, clasista, mordaz… me lanzó todo lo que pudo, sin filtro alguno. Pero yo no me quedé callada, April.
April la miró con atención, dejando el café a un lado.
—¿Qué le dijiste?
Marie bajó la mirada un instante y luego volvió a alzarla con determ