Cap. 144: Nuevos comienzos y amistades.
La puerta del apartamento se abrió puntual a las ocho. April, con un delantal floreado que resaltaba aún más su calidez, corrió a recibirlos. Nathan y Marie llegaron juntos, cogidos de la mano. Él con expresión de protector absoluto; ella, con una sonrisa tímida, pero visiblemente más relajada que días atrás.
—¡Por fin llegaron! —exclamó April, abrazando primero a Nathan con cortesía, y luego a Marie con ternura—. ¡Tú sí que estás preciosa! —le susurró, notando el brillo especial que iluminaba su rostro.
—Eso lo dicen todas cuando no tienen que lidiar con las náuseas matutinas —bromeó Marie, frotándose suavemente el vientre apenas incipiente.
—¿Ya estás mejor? —preguntó April, conduciéndolos hacia la sala.
—Un poco. Aunque, sinceramente, creo que el del embarazo es Nathan —añadió con picardía—. Él es el que tiene antojos a medianoche, aborrece el café y se la pasa comiendo cosas raras como chocolates con mostaza.
April soltó una carcajada tan sonora que los niños corrieron desde su ha