Cap. 125: De traiciones y víboras…
Marie bajó la mirada, con una sonrisa forzada.
—Solo es cansancio. He dormido poco, eso es todo.
Emma no respondió. Le acarició la mano con suavidad.
—Te estás esforzando demasiado, mi amor. Entre el trabajo, tus cosas… no eres de hierro. Si algo no va bien, quiero que me lo digas.
Marie tragó saliva. Por un segundo pensó en hablar, en decirle que algo le revolvía el estómago desde hacía días, que se mareaba sin explicación. Pero no quiso preocuparla.
—Estoy bien, de verdad —repitió.
Emma le sostuvo la mirada, sin presionarla.
—¿Cómo está April? —preguntó entonces, cambiando de tema con delicadeza.
Los ojos de Marie se iluminaron.
—Despertó. Hace poco. Está débil, pero… está viva. Y habló. Reconoció a los niños.
Emma cerró los ojos un momento, conteniendo una emoción evidente.
—Gracias a Dios… Pobre criatura. Merece otra oportunidad.
—Todos la esperaban. Logan, los niños… ha sido muy duro para ellos.
Emma asintió despacio. Luego volvió a mirar a su hija.
—¿Y tú, Marie? ¿Estás bien… aq