Sylvia respondió con una sonrisa: "No me hizo nada. No te preocupes".
"Está bien". La Tía Tonya bajó la escoba.
Sylvia pensó en algo y preguntó con suspicacia: "Tía Tonya, ¿viste a Odell esta mañana temprano?". ¿Por qué la Tía Tonya parecía tan sorprendida de verlo?
La Tía Tonya también parecía desconcertada. "No. Sebastian me llamó poco después de levantarme. Solo vi a Odell cuando regresé".
Sylvia frunció el ceño. "Entonces, ¿no fuiste tú quien le dijo que me lastimé la pierna por su culpa?".
La Tía Tonya dijo rápidamente: "No, claro que no".
Sylvia se atragantó y sintió que se le calentaba la cara.
Estaba claro que aquel hombre le mintió.
La Tía Tonya vio que parecía alterada y le preguntó preocupada: "¿Qué te pasa, Syl?".
"No es nada. Tengo hambre. Hagamos el desayuno".
"Claro. Ya preparé los ingredientes. Iré a empezar", dijo la Tía Tonya y se fue a la cocina.
Sylvia echó un vistazo al exterior y luego la siguió hasta la cocina.
...
Por la noche.
Sylvia y la Tía Tony