La voz se le fue subiendo de tono.
Al final casi estaba gritando.
Después de gritar, ella lo empujó con todas sus fuerzas.
Odell se quedó atónito y desprevenido, y fue empujado directamente por ella.
Sylvia moqueó y se obligó a contener las lágrimas.
Lo miró con desprecio y volvió a alejarse.
La alta figura de Odell se quedó inmóvil. Su expresión era fría y oscura como la noche.
No sabía por qué, pero sentía el pecho extremadamente apretado.
'¡Esta maldita mujer se atreve a empujarme y a levantarme la voz!'.
¡'Debo de haber sido demasiado permisivo con ella estos días!'.
Tras quedarse paralizado unos segundos, dio un paso adelante con sus largas piernas.
A grandes zancadas, la alcanzó y la agarró por el cuello. Su gran mano tiró de ella hacia él.
Sylvia alargó inmediatamente la mano para apartarle y arañarle.
Era como un gato que silba.
Odell resopló con frialdad y utilizó su fuerza innata para agarrarle las dos muñecas con una mano e inmovilizarla frente a ella.
Sylvia