Sylvia sabía que lo hacían a propósito. Contuvo la risa y miró a Odell y a Tara.
Era evidente que Tara estaba enfadada, pero aun así se obligó a esbozar una sonrisa a pesar de tener una expresión tensa.
Odell frunció el ceño y tampoco parecía contento. Luego miró hacia Liam e Isabel.
Isabel seguía en brazos de Sylvia y ni siquiera quería mirar a Tara. Liam miraba al frente, con el rostro frío y rígido.
Odell miró entonces a Tara, que bajó la cabeza, pareciendo un poco dolida. Incluso tenía los ojos enrojecidos. “Odell, no te pongas triste. Ya que Liam e Isabel no quieren verme, me iré".
Después de eso, se puso de pie.
Al ver sus ojos enrojecidos, Odell se levantó tras ella y dijo: "Me iré contigo a otro sitio".
Tara parecía encantada, pero aun así dijo: "No hace falta. Puedes comer aquí con Liam e Isabel".
Odell no habló. Miró a Sylvia y a los dos niños y luego se alejó de su asiento.
Tara no tardó en alcanzarle y le cogió discretamente del brazo.
Sus íntimas figuras no tarda