Dicho esto, Sherry y Sylvia guiaron a Flint a la sala de estar.
Al notar su acercamiento, Isabel y Queenie dejaron la tableta a un lado, mientras Odell y John dejaron sus tazas de té y dirigieron su atención a la pareja maternal.
Liam permaneció absorto en sus juguetes, con Caprice mirándolo atentamente.
Para llamar la atención de Caprice, John gritó:
—Caprice.
Caprice, aparentemente sacado de un trance, se volvió hacia John con expresión aturdida.
John sonrió y dijo:
—Ven con papá.
Sorprendentemente, Caprice se giró y se centró en Liam, dejando a John sin palabras. Se levantó y fue a buscar a Caprice, mientras Odell se acercaba a Liam.
—Vamos, Liam, salgamos. Llévate a Caprice contigo —sugirió Odell solemnemente.
Sólo entonces Liam cambió su atención de sus juguetes a Caprice. Inexpresivo, le tendió la mano y Caprice, muy contenta, la tomó. Salieron juntos de la habitación.
Odell le aseguró a John:
—Isabel y Liam normalmente cuidan de Flint, así que no te p