Elena también volteó a verla, sentía tanto odio contra ella.
—¿Qué quieres aquí? ¿Acaso no ves que sales sobrando? Denzel está a mi lado, me prefiere a mí.
Magnolia esbozó una sonrisa.
—Acabo de escuchar cómo te envía al mismo infierno, mujer, así que deja tu aire de grandeza, y vete de esta casa, porque esto le pertenece a mi hijo.
Elena la mirò con rabia.
—Buena jugada, embarazarte para amarrar a un hombre, veamos cuanto te dura.
—Bueno, no soy yo la que vino a rogar por un poco de amor, esa eres tú.
Elena quiso abofetearla, pero sintió la fuerte mano de Denzel deteniéndola.
—¡No te atrevas a tocarla o juro que no respondo!
Elena le mirò asustada, Denzel la sujetó con fuerzas del brazo, la llevó hasta la puerta, y la hizo salir.
—¡No vuelvas a buscarme! —cerró la puerta en sus narices, la mujer aún gritó y lloró.
Denzel se volvió a Magnolia, observó su mirada triste, decepcionada contra él.
—Magnolia…. Escúchame, por favor.
Ella levantó la mirada.
—Vine a hablar sobre n